RAFAEL ALBERTI Y LA GENERACION ESPAÑOLA DE 1927. ANALISIS. POR GERMAN HERRERA J.

RAFAEL ALBERTI Y LA GENERACION ESPAÑOLA DE 1927

Escrito el 31 de Mayo de 2008 en Español y con un tamaño de 3.960 bytes.

1 El grupo poético del 27
Hacia 1920 irrumpió en el panorama cultural español una promoción de calidad excepcional que se conoce como generación del 27. Se trataba de un grupo de jóvenes autores que destacaron por su poesía.
Los poetas más relevantes de la generación del 27 fueron

  • Pedro Salinas,
  • Jorge Guillén,
  • Gerardo Diego,
  • Federico García Lorca,
  • Vicente Aleixandre,
  • Rafael Alberti,
  • Luís Cernuda y
  • Dámaso Alonso.
    La producción del 27 coincidió en el tiempo con la de los escritores de fin de siglo, las vanguardias y Juan Ramón Jiménez.
    El esplendor artístico y cultural de este período ha llevado a acuñar la denominación de edad de plata.
    Rasgos generacionales
    – Relaciones personales
    La consideración de estos escritores como una generación poética se debe a su nacimiento en fechas cercanas, a los fuertes lazos de amistad que mantuvieron y a la influencia e intercambio cultural que se produjo entre ellos.
    – Homenaje a Góngora
    El nombre “generación del 27” hace referencia a un acto celebrado en el Ateneo de Sevilla en 1927 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora.
    La generación del 27 pasó por tres momentos:
    De 1918 a 1925 se desarrolló su etapa de formación, con fuerte influjo de Juan Ramón Jiménez y del ultraísmo.
    Entre 1926 y 1929 estos escritores lograron encontrar su voz personal.
    A partir de 1930 comenzaron las preocupaciones sociales y políticas e irrumpió la influencia del surrealismo.
    Tras la Guerra Civil (1936-1939), la generación del 27 se deshizo.

2 El noepopularismo
La influencia de la lírica tradicional española y del canto popular determinó que entre los poetas de la generación del 27 se desarrollara una corriente conocida como neopopularismo
El neopopularismo se caracteriza por el empleo de composiciones breves, de verso corto, algunas con estribillo, y cargadas de intensidad lírica gracias a las repeticiones, los paralelismos y la eliminación de elementos superficiales.
Las obras más representativas de esta tendencia son Marinero en tierra, La amante y El alba del alhelí, de Rafael Alberti, y Poema del cante jondo y Romancero gitano, de Federico García Lorca.
3Influencia clásica y poesía pura
Los poetas del 27 se vieron influidos también por los clásicos españoles, especialmente por Góngora, y por autores más recientes como Bécquer y Juan Ramón Jiménez.
El influjo clásico se advierte, sobre todo, en el uso de formas como el endecasílabo, la décima, la octava real y el soneto, empleadas en obras como Cal y canto, de Alberti; Alondra de verdad, de Gerardo Diego; Égloga, elegía y oda, de Luis Cernuda, y Sonetos del amor oscuro, de García Lorca.
La presencia de Bécquer se deja sentir en la poesía amorosa de la voz a ti debida y Razón de amor, de Pedro Salinas, y en Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido, de Luis Cernuda. Por su parte, Juan Ramón Jiménez y su concepto de la poesía pura influyeron en Cántico, de Jorge Guillén en Poemas puros, poemillas de la ciudad, de Dámaso Alonso.
4 Poesía de vanguardia
Los movimientos de vanguardia que influyeron en la generación del 27 fueron, fundamentalmente, el creacionismo, el ultraísmo y el surrealismo.
La influencia del ultraísmo y del surrealismo es evidente en dos obras de Gerardo Diego: Imagen y Manual de espumas. En lo que se refiere al surrealismo, su mayor influjo radicó en el empleo de imágenes que no responden a una lógica, sino que sugieren una emoción.

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